La música no debe ser privilegio de unos pocos

Kodály es uno de los compositores más importantes del siglo XX, pero aparte de su “vocación” como compositor ha dedicado su vida a la educación musical de un pueblo entero...diciendo que aprender música no tiene que ser privilegio de unos pocos, que todos podemos llegar a ser buenos músicos si el camino del aprendizaje es adecuado…
En su andadura por Europa “robaba” las herramientas para conseguir su propuesta (ritmo cantado, la utilización de la mano con gestos para simbolizar las notas y el solfeo relativo). Y tenía la “preparación” de sobra para analizar la utilidad de cada “herramienta". Luego venía el proceso de ponerlo en práctica, el trabajo enorme con sus discípulos. Supervisado por él se construía paso a paso lo que hoy se llama "El Método Kodály".
A nosotros los húngaros no nos “gusta” llamarlo así: ¡ojalá tuviéramos su método de enseñar! Lo llamamos "Filosofía Kodály" en la que creemos, viviendo cada día su genialidad…
Una de las diferencias (respecto a otros métodos) es el solfeo relativo. ¿Qué significa eso? Suelen explicar que el solfeo relativo es el “do” movible, es decir: el do se escribe en distintos sitios, no tiene posición fija. Bueno, es verdad, pero ¡qué simple es ésta descripción! Sólo explica la escritura y no refleja el verdadero sentido de ésta herramienta. Me atrevo a decir que solamente el solfeo relativo es capaz de enseñarnos a sentir la música, ya que nos hace “grabar” en nuestro cerebro la proporción de las notas de la tonalidad con el mismo nombre: la tónica=do, dominante=so, etc., independiente de su “altura”, la entonación–afinación está asegurada desde el principio. Eso sí: dominar la lectura requiere más tiempo…